¿Qué podemos hacer para reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencias microbianas?

Geribloc
23/11/2022

Las infecciones causadas por bacterias resistentes a antibióticos se han asociado a una mayor morbilidad, mortalidad y a un mayor coste sanitario. La incidencia de este tipo de infecciones está en aumento. En Europa se considera que 33.000 personas mueren cada año por infecciones resistentes a los antibióticos. En 2019 la OMS declaró que la resistencia a los antibióticos es una de las diez principales amenazas de la salud pública a las que se enfrenta la humanidad.

Son muchos los factores que contribuyen para la selección de resistencias bacterianas, como el uso y abuso de antibióticos en la medicina, en veterinaria, en la industria alimentaria y también la contaminación y polución ambiental 

El artículo que comentaremos a continuación publicado en enero de 2022 en European Journal of Internal Medicine realiza una revisión de las posibles estrategias para optimizar el uso de antibióticos en la práctica clínica diaria para reducir el riesgo de selección de resistencias.

Estudios recientes muestran que el uso de antibióticos a nivel global está en aumento, incluso el uso de los denominados antibióticos de último recurso (glicilciclinas, oxazolidinonas, carbapenémicos, polimixinas). Se estima que hasta un 50% de todos los antibióticos prescritos en humanos pueden no ser necesarios. Se observó que entre las principales causas de prescripción inadecuada están el incumplimiento de las recomendaciones de las guías clínicas, falta de indicación de antibioterapia, duración excesiva de los ciclos antibióticos, dosis incorrecta y el retraso en la conversión de la vía intravenosa a la vía oral.

Con base en estas observaciones, los autores del artículo analizan varias estrategias para optimizar el uso de antibióticos y así controlar la diseminación de bacterias resistentes. Las posibles medidas incluyen la implementación de pruebas de detección microbiológica más rápidas y la utilización de biomarcadores como la Proteína C reactiva y la procalcitonina que permitan diferenciar en fases iniciales entre procesos inflamatorios, bacterianos y virales.

Además, a la hora de elegir un tratamiento es necesario seleccionar el antibiótico con el menor potencial de inducción de resistencias, considerar las características farmacodinámicas y cinéticas, administrar la dosis correcta por la vía más adecuada y cumplir con ciclos antibióticos más cortos que las pautas tradicionales basados en la evidencia actual. También es importante promover un ambiente laboral que permita tomar decisiones clínicas ponderadas, puesto que se ha observado que la decisión de prescribir un antibiótico puede variar según el momento del día y la presión asistencial.

 

Comentario:

El uso inadecuado de antibióticos es un problema muy frecuente y multicausal. Los pacientes geriátricos suelen tener un alto riesgo de adquisición de infecciones por sus enfermedades de base y por las manipulaciones a los cuales son sometidos. A veces, están ingresados en centros de Atención Intermedia donde hay menor ratio de personal médico y no se disponen de algunas herramientas diagnósticas. La falta de capacidad de diagnóstico también puede conducir a la prescripción antimicrobiana subóptima. Es necesario continuar fomentando actuaciones con el fin de disminuir la diseminación de las bacterias resistentes a antibióticos, sobretodo en entornos de alta prescripción de antimicrobianos, como pueden ser muchos de los dispositivos de atención a pacientes geriátricos. Resulta imprescindible e inaplazable, la implantación de intervenciones para mejorar la prescripción de antimicrobianos, como la implementación generalizada de equipos PROA.

 

Referencia: Bassetti, S., Tschudin-Sutter, S., Egli, A., & Osthoff, M. (2022). Optimizing antibiotic therapies to reduce the risk of bacterial resistance. European Journal of Internal Medicine.

 

Mariana de Abreu

Residente de 4º año,

Hospital de la Santa Creu, Jesús-Tortosa