Furosemida en insuficiencia cardíaca en estadio avanzado: perfusiones via subcutánea en domicilio

Geribloc
23/02/2021

 

Recientemente se ha publicado un artículo en BMJ Support & Palliative Care en el que se evalúa un programa de tratamiento domiciliario con furosemida en perfusión subcutánea en pacientes con insuficiencia cardiaca (IC) avanzada.
Se trata de una intervención llevada a cabo por un equipo multidisciplinario formado por cardiólogo, enfermería especializada, equipos de enfermería comunitaria y de cuidados paliativos (CCPP). Se incluyeron pacientes en situación de final de vida, tributarios de recibir CCPP, con tratamiento diurético oral optimizado y preferencia para permanecer en el domicilio respecto ingreso hospitalario. Estudio tipo serie de casos retrospectiva donde se recogen los siguientes datos: motivo de inicio de tratamiento, dosis y duración del mismo, resultado, variación de peso y efectos adversos. La frecuencia de ingreso hospitalario por cada paciente comparó los períodos de tiempo 6 meses antes y después de iniciar el tratamiento mediante uso de prueba T de Student.
Como resultados más destacados: n = 28 individuos (79% hombres). Se repitieron 8 tratamientos en pacientes que habían presentado buena respuesta a un tratamiento previo. Edad media: 78 años; duración media del tratamiento: 11 días; dosis media del fármaco: 200 mg. De los 28 individuos que recibieron la intervención, en 16 se hizo con el objetivo de evitar un ingreso, y en 12 por manejo sintomático en final de vida. De los 28 individuos, 15 sobrevivieron al primer tratamiento con una media de supervivencia de 6 meses. En estos 15 pacientes, la frecuencia de ingreso disminuyó después de la intervención de 2,87 a 0,73 (p <0,001), y presentaron una reducción media de peso de 4 kg. Los 13 restantes murieron durante el primer episodio de tratamiento con furosemida SC. 5 pacientes más también murieron durante un episodio posterior al primer tratamiento. De los 28 tratamientos iniciales, 25 completaron todo el tratamiento en el domicilio y 3 lo finalizaron en una unidad de CCPP.
Las complicaciones fueron leves y en un número reducido de pacientes.
Los autores concluyen que el tratamiento se puede ofrecer en domicilio para el manejo de pacientes con IC avanzada como alternativa al tratamiento intravenoso. Destacan que los pacientes que sobrevivieron a un episodio de tratamiento presentaron pérdida de peso, mejoría sintomática y menos reingresos hospitalarios.
Como comentario mencionar que la calidad metodológica del trabajo y el hecho de que sea una muestra pequeña, no permite extraer conclusiones de forma sólida, aunque sí que se puede afirmar que la intervención parece segura, bien tolerada y efectiva. En un contexto de pandemia como la actual, en la que los pacientes están concienciados del riesgo que supone un ingreso hospitalario, puede tener su utilidad y validez. Pienso que serían necesarios estudios donde se confrontara una estrategia de perfusión SC vs IV al domicilio para valorar efectividad, sobrecarga de cuidados, reducción de ingresos hospitalarios y grado de satisfacción de los pacientes.
Referencia bibliográfica: Brown A, Westley K, Robson J, et al. Furosemide in end-stage heart failure: community subcutaneous infusions. BMJ Supportive & Palliative Care. 2020 Jul. DOI: 10.1136/bmjspcare-2019-002158.
Pau Margalef
Geriatra, Hospital de la Santa Creu. Jesús-Tortosa

Recientemente se ha publicado un artículo en BMJ Support & Palliative Care en el que se evalúa un programa de tratamiento domiciliario con furosemida en perfusión subcutánea en pacientes con insuficiencia cardiaca (IC) avanzada.


Se trata de una intervención llevada a cabo por un equipo multidisciplinario formado por cardiólogo, enfermería especializada, equipos de enfermería comunitaria y de cuidados paliativos (CCPP). Se incluyeron pacientes en situación de final de vida, tributarios de recibir CCPP, con tratamiento diurético oral optimizado y preferencia para permanecer en el domicilio respecto ingreso hospitalario. Estudio tipo serie de casos retrospectiva donde se recogen los siguientes datos: motivo de inicio de tratamiento, dosis y duración del mismo, resultado, variación de peso y efectos adversos. La frecuencia de ingreso hospitalario por cada paciente comparó los períodos de tiempo 6 meses antes y después de iniciar el tratamiento mediante uso de prueba T de Student.


Como resultados más destacados: n = 28 individuos (79% hombres). Se repitieron 8 tratamientos en pacientes que habían presentado buena respuesta a un tratamiento previo. Edad media: 78 años; duración media del tratamiento: 11 días; dosis media del fármaco: 200 mg. De los 28 individuos que recibieron la intervención, en 16 se hizo con el objetivo de evitar un ingreso, y en 12 por manejo sintomático en final de vida. De los 28 individuos, 15 sobrevivieron al primer tratamiento con una media de supervivencia de 6 meses. En estos 15 pacientes, la frecuencia de ingreso disminuyó después de la intervención de 2,87 a 0,73 (p <0,001), y presentaron una reducción media de peso de 4 kg. Los 13 restantes murieron durante el primer episodio de tratamiento con furosemida SC. 5 pacientes más también murieron durante un episodio posterior al primer tratamiento. De los 28 tratamientos iniciales, 25 completaron todo el tratamiento en el domicilio y 3 lo finalizaron en una unidad de CCPP.Las complicaciones fueron leves y en un número reducido de pacientes.


Los autores concluyen que el tratamiento se puede ofrecer en domicilio para el manejo de pacientes con IC avanzada como alternativa al tratamiento intravenoso. Destacan que los pacientes que sobrevivieron a un episodio de tratamiento presentaron pérdida de peso, mejoría sintomática y menos reingresos hospitalarios.


Como comentario mencionar que la calidad metodológica del trabajo y el hecho de que sea una muestra pequeña, no permite extraer conclusiones de forma sólida, aunque sí que se puede afirmar que la intervención parece segura, bien tolerada y efectiva. En un contexto de pandemia como la actual, en la que los pacientes están concienciados del riesgo que supone un ingreso hospitalario, puede tener su utilidad y validez. Pienso que serían necesarios estudios donde se confrontara una estrategia de perfusión SC vs IV al domicilio para valorar efectividad, sobrecarga de cuidados, reducción de ingresos hospitalarios y grado de satisfacción de los pacientes.


Referencia: Brown A, Westley K, Robson J, et al. Furosemide in end-stage heart failure: community subcutaneous infusions. BMJ Supportive & Palliative Care. 2020 Jul. DOI: 10.1136/bmjspcare-2019-002158.

Pau Margalef

Geriatra, Hospital de la Santa Creu. Jesús-Tortosa