La importancia de la nutrición y la inmunosenescencia en la infección por COVID-19.

Geribloc
04/11/2020

Siguiendo un poco la línea de estos meses en que se han publicado diferentes artículos sobre la infección por SARS-CoV-2, os quería presentar un artículo de opinión publicado en la revista Geroscience en Agosto 2020 que hace una reflexión sobre dos factores muy relevantes y muy prevalentes entre nuestros pacientes: la malnutrición y la inmunosenescencia.

 

Como bien es sabido, la edad avanzada y la comorbilidad están relacionadas con un deterioro de estado nutricional y que dichos déficits son debidos a malabsorción, aumento de pérdida de nutrientes, aumento de la demanda metabólica y falta de aportes en la dieta y se relacionan claramente con la pérdida de masa muscular, de peso y por consiguiente con la fragilidad.

 

Los pacientes malnutridos presentan múltiples cambios en diferentes sistemas biológicos y la nutrición ejerce un gran impacto en el sistema inmune de los pacientes ancianos a través de alteraciones a nivel de la inmunidad celular, la producción de citoquinas y la función de los fagocitos. Asimismo la edad en sí, provoca una disfunción del sistema inmune que conlleva a una inflamación latente e inmunodeficiencia afectando tanto a la inmunidad innata como a la adaptativa. Lo que es muy importante por la producción de anticuerpos y la respuesta a la infección y a la vacunación.

Los autores hacen referencia a dos fases claves de la infección por COVID-19, una inicial, en que se observan síntomas moderados y graves que es el momento en que se activan tanto la inmunidad innata como la adaptativa para hacer frente a la infección y aquí los pacientes ancianos presentan el primer problema, dado que ambas están alteradas. Debido a las alteraciones del sistema inmunológico dependientes de la edad que pueden ser implementadas por déficits nutricionales, un porcentaje relevante de ancianos progresan a una inflamación sistémica insidiosa, que afecta a diversos órganos y entran en la segunda etapa o de hiperinflamación.

En cuanto a la nutrición, hacen referencia a varios nutrientes incluidas las vitaminas y minerales, que juegan un papel importante en mantener el sistema inmunitario y que muchas veces son deficientes en pacientes de edad avanzada.

 

Por tanto y como conclusión la imnunosenescencia y la desnutrición pueden contribuir al aumento de susceptibilidad y peor pronóstico en ancianos con infección por SARS-CoV-2. Por lo que la evaluación de estos parámetros podría ser importante para identificar pacientes de alto riesgo y se podrían plantear ensayos clínicos que valoren la eficacia del soporte nutricional en estos pacientes.

 

Referencia: Bencivenga, L., Rengo, G., & Varricchi, G. (2020). Elderly at time of COronaVIrus disease 2019 (COVID-19): possible role of immunosenescence and malnutririon.

GeroScience42(4), 1089–1092.  https://doi.org/10.1007/s11357-020-00218-9

 

Isabel Arnau-Barrés

Médico Geriatra Parc de Salut Mar