Quién nos iba a decir a principios de este 2020 en el mes de marzo, de repente, nos veríamos afectados por la COVID-19. Llevamos unos meses con un tsunami de información sobre la clínica, manejo farmacológico, tests diagnósticos... Pero seguramente hay aspectos que nos están pasado más desapercibidos y por eso no dejan de ser importantes, sobre todo, si hablamos del perfil de población geriátrica y, además, añadimos la vulnerabilidad social. En este sentido, me ha llamado especialmente la atención un artículo publicado en las últimas semanas; por la Dra. Amaia Calderon y colaboradores en la revista Ageing Research Reviews (IF: 10.6). Y es que la pandemia de la COVID-19, ha puesto de manifiesto desigualdades que afectan a nuestra sociedad. Una de estas es la que genera el trinomio que presentan las personas de edad avanzada, con vulnerabilidad social e infección por SARS-CoV-2. Los autores proponen 3 factores de vulnerabilidad social en la COVID-19.
1. En la prevención del contagio: la falta de acceso al conocimiento de la enfermedad y los tipos de viviendas (pequeños, con núcleos familiares numerosos y con dificultades para poder hacer el aislamiento).
2. El acceso a los servicios de salud y las comorbilidades: la falta de universalidad de algunos sistemas sanitarios, así como, algunas posturas discriminatorias ante la alta demanda de las unidades de cuidados intensivos (donde los recursos se priorizan en términos exclusivamente de edad y no por otros criterios de valoración multidimensional)
3. Las diferencias en el pronóstico y las consecuencias a largo plazo: las personas mayores que viven en situación de rentas bajas, o falta de apoyo social tienen tendencia a tener más morbilidad y fragilidad. Esto condiciona una disminución de la resiliencia ante los factores estresantes.
Estos conjuntos de factores no sólo están presentes en la comunidad, sino también en el sector residencial, donde es sabido, el SARS-COV2 ha hecho estragos.
Parece que la COVID-19 en lugar de ser un gran ecualizador que afecta a todos por igual, ha amplificado las diferencias sociales que ya existentes entre la población más vulnerable.
Finalmente, los autores proponen un marco para futuros estudios que tengan en cuenta el trinomio: COVID19, vulnerabilidad social y personas mayores. Es un gran campo de investigación para trabajar.
Pueden encontrar el artículo OPEN ACCES en el siguiente enlace: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1568163720302841?via%3Dihub
Dani Colprim MD, PhD
Hospital Santa Creu de Jesús-Tortosa
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