El delirium es un síndrome geriátrico muy frecuente que provoca secuelas a corto y medio plazo. Hasta ahora ha sido una condición a la que se le da escasa importancia, de la que se minimizan las consecuencias, y en la que se hace poca investigación al respecto, lo que conlleva a que no dispongamos de tratamientos suficientes. En este sentido, muy pocos trabajos han explorado hasta ahora las implicaciones económicas que tiene.
Presentamos una revisión publicada en la revista European Geriatric Medicine que evalúa los costes del delirium por los sistemas de salud y atención, de pacientes y cuidadores. El trabajo ha revisado ensayos clínicos, cohortes prospectivas, estudios caso-controles, trabajos retrospectivos y una revisión sistemática.
Los principales hallazgos del trabajo respecto a las consecuencias negativas son:
• Aumenta los costes de hospitalización, la necesidad de atención postaguda y las necesidades de cuidadores.
• Causa hasta el 10% de todos los casos de demencia, con unos importantes costes asociados a las necesidades de cuidadores.
Respecto a los aspectos preventivos, en positivo:
• La prevención de delirium consigue reducir sus costes, además de reducir los ratios de demencia asociada. La mayoría de los estudios han usado una metodología tipo Hospital Elder Life Program (HELP), que consiste en intervenciones multicomponente en casos seleccionados.
• Algunos grupos estadounidenses han mostrado que su prevención mejora la función y cognición, y reduce la estancia media hospitalaria, sobre todo por ausencia del síndrome, pero también para la prevención de otras complicaciones, como las caídas.
Conclusiones:
Son muy necesarios trabajos como éste sobre el impacto del delirium tanto a nivel del sistema, como en las consecuencias sociales sobre todo en la relación a las necesidades de cuidadores secundarios debido a la evolución a demencia. En este sentido, muchos costes quedan a menudo todavía enterrados, como los costes en los pacientes y cuidadores y del global de la sociedad, debido principalmente a la discapacidad asociada.
Referencia:
Direcció Clínica Territorial de Cronicitat Metropolitana Nord, Institut Català de la Salut.